Aves en el ultimo viaje

Observación de aves durante el viaje a Ecuador

A lo largo del viaje de 2014 por Ecuador tuve la oportunidad de observar varias aves que les quiero mostrar en este post. La verdad es que no dediqué ningún día a la observación de aves propiamente dicha, pero me fui cruzando con varios pájaros a lo largo de las diferentes actividades y excursiones que realizamos.

No es raro coincidir con bellas aves en Ecuador teniendo en cuenta que alberga unas 1660 especies diferentes.

A los pocos días de llegar a Loja decidimos visitar el jardín botánico. Apenas a unos 20 metros de la entrada, en una zona de arboles aparecieron varias especies de pájaros, de las cuales pude fotografiar un par, concretamente el picogrueso vientreamarillo y el cochín ondeado.

Cochín ondeado (Campylorhynchus fasciatus)

Picogrueso vientreamarillo (Pheucticus chrysogaster)

Después de que volaran los pájaros lejos de donde estaba y justo cuando pensaba que ya no quedaba ninguna ave en la arboleda vi a un pájaro carpintero candela. En el próximo viaje creo que voy a hacer otra visita al jardín botánico, pero esta vez con la clara intención de obtener alguna fotografía de calidad de las distintas especies que lo frecuentan (como ven las fotografías que tomé en este emplazamiento no son de buena calidad, aunque al menos permiten identificar las especies).

Carpintero candela (Colaptes rivolii)

En otra ocasión nos fuimos a comer a una hostería de Vilcabamba, y varios azulejos (o tangaras azuladas) nos ofrecieron un lindo espectáculo en un árbol que teníamos justo enfrente de la mesa. Entre plato y plato les logré tomar algunas fotografías. 

Tangara azulada (Thraupis episcopus coelestis)

Tangara azulada

Tangara azulada

Ya habiendo comido nos dimos una vuelta por los jardines de la hostería, donde nos acompañó una de las aves más frecuentes en la zona: el hornero.

Hornero (Furnarius leucopus)

Ya en la segunda semana de viaje nos fuimos de excursión al magnifico bosque petrificado de Puyango (ver post) y solo llegar cerca de la entrada del parque pudimos ver un mosquero vermellon.

Mosquero vermellon (Pyrocephalus rubinus)

Después de visitar el bosque, y ya en el camino que lleva de vuelta a la carretera nos cruzamos con este hermosos trogón, que nos dejó acercarnos bastante a él. También fotografié de lejos otra ave que parece ser un atrapamoscas picón, aunque no lo puedo asegurar al 100%.

Trogón (Trogon mesurus)

Trogón

Atrapamoscas picón (Megarynchus pitangua)

De vuelta en Loja, decidimos hacer algunas pequeñas salidas de medio día. La primera salida fue a caminar por el parque natural Podocarpus, en el sector de Cajanuma. Después de la caminata oí el silbido de un pájaro y buscando entre el ramaje de los arboles mientras empezaba a llover vi a este frutero barrado Entre la lluvia, la altura a la que estaba el frutero y que volaba de árbol en árbol sin parar, solo pude sacar un par de fotos medio aprovechables.

Frutero barrado (Pipreola arcuata)

Otra salida fue a casa de un familiar en la Toma. Allí, sentado en una hamaca del jardín pude ver a unas tortolitas y a unas cotorritas celestiales posadas en una valla.

Cotorrita celestial (Forpus coelestis)

Tortolita (Columbina cruziana)

Finalmente, el penúltimo día de viaje, estando en casa de unos familiares en Quito pude fotografiar a mi primer colibrí: un colibrí rutilante. El colibrí venía a comer a un comedero que tenían en el balcón y entre comida y comida descansaba en un árbol cercano. Tuve que quedarme un buen rato en el balcón para que el colibrí cogiera confianza y poder sacar las fotos. Les dejó a continuación unas cuantas.

Colibrí rutilante (Colibri coruscans)

Colibrí rutilante

Colibrí rutilnate en el comedero

Todas estas fotos de aves y muchas otras las pueden ver en el apartado "Identificación de especies" del blog. Gracias y espero poner nuevo material muy pronto, pues ya tengo el siguiente viaje a Ecuador programado.

Para despedirme les dejo un enlace a una pagina interesante para saber que aves observar en diferentes zonas de Ecuador:

http://birdsinecuador.com/es/capitulo-5/item/179-5224-parque-nacional-podocapus-bombuscaro

Cuenca (Día 1)

Visita a Cuenca y alrededores (Día 1 - Centro histórico)

Nosotros fuimos desde Loja hasta Cuenca, ciudades separadas por una buena carretera que se puede hacer en unas 3 horas de coche. Los que sigan este blog ya sabrán que siempre repito la importancia de disfrutar del camino y no solo del destino, y una vez más el trayecto realizado nos ofreció algunas panorámicas increíbles de los Andes .

Cuenca es la tercera mayor ciudad de Ecuador y es la capital de la provincia de Azuay. Actualmente cuenta con una población de aproximadamente 400.000 habitantes y es, sin duda, una de la ciudades más bellas de Ecuador (hay quien dice que es la más bella, y no seré yo quien lo contradiga).

La ciudad de Cuenca presenta una estructura en cuadras en su parte central, tal y como la diseñaron los españoles en la época de su fundación, lo que hace que sea una ciudad fácil de recorrer. Cabe destacar que Cuenca es atravesada por cuatro ríos, el Tomebamba, el Yanuncay, el Tanqui y el Machángara, siendo el más conocido el río Tomebamba.

Vista panorámica en la carretera de Loja a Cuenca 

Al llegar a Cuenca nos dirigimos al centro histórico, donde abundan hoteles ubicados en grandes casas coloniales y republicanas con mucho encanto. Nosotros nos alojamos en el hotel Inca Real, ubicado en la calle general Torres, muy cerca de los principales atractivos turísticos de la zona. Este hotel esta ubicado en una casa realmente hermosa, con habitaciones con vistas a los diferentes patios interiores, y ofrece todos los servicios esperados (wi-fi, parking, TV por cable, desayuno buffet y enlace con aeropuerto). El precio es muy razonable, ya que una habitación doble cuesta unos 45 dolares la noche. No es que quiera hacer publicidad de un hotel en concreto, pero nosotros estuvimos muy bien en este sitio y el personal fue muy atento. Les dejo un par de fotos del hotel, pues vale la pena disfrutar de su arquitectura.

Patio de la entrada del hotel Inca Real, y la familia posando

Otro de los patios del Inca Real con una fuente antigua

Una vez instalados en el hotel decidimos ir hasta el parque Calderón, que se considera el punto central de Cuenca. Allí esta la catedral nueva, que visitamos más adelante, la catedral antigua, el ayuntamiento y un punto de información turística.

Desde el parque Calderón salen varios autobuses turísticos que permiten ver, a grandes rasgos, los principales atractivos de la ciudad. Nosotros nos montamos en uno que valía unos 4 dolares por persona y cuyo trayecto duraba mas o menos una hora. El recorrido empezó por el casco antiguo, pudiendo observar las iglesias, plazas y casas de entre los siglos XVI y XIX.

El centro histórico de Cuenca fue declarado patrimonio de la humanidad por la UNESCO y alberga 26 edificios de valor monumental, 602 de valor arquitectónico y 830 de valor ambiental. Aunque los edificios del centro son de aire colonial, en realidad la mayor parte pertenecen a la época republicana, ya dentro del siglo XIX.

El bus turístico permite ver la decoración de las fachadas del centro histórico

Piso inferior del autobús turístico

Después de recorrer el centro de Cuenca el autobús cruza el "barranco" (que es el limite del casco histórico) por donde pasa el río Tomebamba y sigue por la calle 12 de Abril, que transcurre paralela a la calle Larga pero por el otro lado del río. Desde aquí se pueden observar las casa colgantes del siglo XVIII y XIX sobre el río. Estas casas tienen la entrada en la calle Larga, y lo que se ve desde aquí son sus partes traseras, muchas de las cuales han sido arregladas en los últimos años y muestran una bonita estampa.

Casa colgantes que dan al río Tomebamba

Durante el recorrido también se pueden ver la ruinas de "Todos los Santos" donde hay vestigios de la cultura cañari (que habitó la zona durante unos 2000 años), de los incas (que fueron los que fundaron la ciudad donde se encuentra hoy en día) y de los españoles. Al pie del yacimiento y al lado del río Tomebamba se levanta una estatua en honor del rey inca Huayna Capac.

Durante el trayecto también se puede ver la zona conocida como "los tres puentes" y la zona del "puente roto", que es un puente que fue arrastrado por una inundación, y donde debajo de los arcos que quedan se hace una feria de arte y de eventos culturales cada sábado.

Estatua del rey inca Huayna Capac

Puente roto de Cuenca

Finalmente el autobús sube hasta el mirador de Turi, donde esta la austera iglesia de Turi y desde donde se pueden disfrutar de unas vistas maravillosas de la ciudad. En el mirador mismo hay un par de tiendas de souvenirs donde te ofrecen un vasito de canelazo (bebida alcohólica caliente que esta muy rica).

Vista panorámica de Cuenca desde el mirador del Turi

Después del paseo en el autobús turístico y ya de vuelta al parque Calderón decidimos visitar el mercado 10 de Agosto que se encuentra en la calle larga con General Torres, a pocos minutos del parque central. A mi me encantó este mercado, pues se puede ver la gran cantidad de frutos y productos agrícolas que allí se reúnen, y se goza de la gran cantidad de colores que aportan tanto los productos como los vestidos de las cholitas cuencanas (más adelante os hablaré de ellas).

A parte de la posibilidad de husmear en los diferentes estantes del mercado, este sitio también nos proporcionó una buena comida a base de hornado (carne de cerdo que se hace entero al horno) con llapingachos, mote y ensalada.

Antes de continuar con nuestro tour por la ciudad les dejo algunas fotografías del mercado 10 de Agosto para que vean que es un sitio por el que vale la pena darse una vuelta.

Chola cuencana comprando en el mercado 10 de Agosto

Paradita de frutas y verduras de una saragura

Tienda de legumbres y cereales

Pequeñas sitios de venta en la parte baja del mercado

Mercado de la fruta en el 10 de Agosto

Sitio de venta de hornado en el patio de comidas

Después de haber comido en el mercado 10 de Agosto decidimos volver al parque Calderón para visitar la catedral nueva o catedral de la Inmaculada Concepción, que se empezó a construir en 1885. Esta catedral de ladrillo rojo tiene unas gigantescas cúpulas de tejas azul celeste que se ven desde cualquier punto de la ciudad. Las dos torres de la fachada de la catedral tienen un aspecto achatado, ya que en el proyecto original tenían que ir coronadas por una cúpula cada una, pero debido a un error de diseño se vio que las torres no podrían aguantar su peso y se decidió prescindir de ellas.

Vista del parque Calderón con la catedral con sus cúpulas al fondo

Catedral nueva de Cuenca

Una vez dentro de la catedral les recomiendo pagar el ticket para subir a las torres de la fachada. Después de subir un buen número de escaleras se llega la terraza superior, desde donde se pueden ver unas bonitas vistas de la ciudad y del parque Calderón. También impresiona asomarse a la ventanas interiores de las torres y mirar hacia abajo.

Al salir de la catedral estuvimos un ratito en el parque Calderón, caminando primero y sentados en uno de sus bancos después. Sentarse a ver pasar la gente siempre es interesante, pues permite ver como interactua la gente de lugar: las cholas cuencanas cargadas arriba y abajo, los niños pidiendo helados a sus padres, los limpiadores de zapatos haciendo su trabajo, los vendedores ambulantes ofreciendo sus productos y un sinfín de pequeñas escenas cotidianas más.

Interior de la catedral nueva de Cuenca

Vista desde la terraza superior de la catedral

Cúpulas de la catedral nueva desde la terraza

Interior de la torre de la catedral

Aprovecho ahora para hablar un poco de las "cholas cuencanas". El termino "cholo" identifica a los campesinos y artesanos mestizos que visten sus trajes tradicionales, que en el caso de las mujeres (que son las que más se reconocen ya que mantienen más viva la tradición) consiste en blusas bordadas y faldas de colores vivos llamadas polleras. Las polleras llegan por debajo de las rodillas y su dobladillo bordado identifica la comunidad de procedencia de la mujer.

El atuendo de las cholas también incorpora un pañuelo que llevan en la espalda, muchas veces cargado con mercancías o algún niño pequeño, y el característico sombrero de paja toquilla endurecido con pintura blanca y adornado con una cinta negra. Por ultimo destacar que las cholas llevan dos largas trenzas como signo de identidad.

Cualquiera que viaje a Cuenca verá muchísimas cholas, ya que se mueven constantemente por la ciudad y le dan vida. Creo, que parte del encanto de la ciudad vienen dado por la gente que la habita, no solo por la belleza de sus edificios, así cholas con sus vestimentas, niños con uniforme, vendedores ambulantes y otros muchos personajes singulares dotan a Cuenca de una gran personalidad.

A continuación les dejo algunas fotos de las cholas cuencanas

Y a continuación les dejo algunas fotos curiosas de diferente gente que vi por las calles, y que hacen de Cuenca un sitio muy interesante

Limpiabotas en la plaza Calderón

Vendedora ambulante descansando

Venta callejera de fruta

Venta ambulante de pan

Al salir del parque Calderón paseamos por las diferentes calles del centro histórico, como la calle Bolívar, la calle Gran Colombia o la calle Mariscal Sucre. A parte de los bonitos edificios que hay en estas calles también hay algunos pequeños bares y tiendas donde se pueden comprar unos dulces típicos de Cuenca. Hay muchas variedades de estos dulces y están muy buenos.

Nosotros terminamos de pasar la tarde paseando y observando, y cuando cayo el sol decidimos ir a cenar al Raymipampa, que es un restaurante ubicado al lado de la catedral nueva en el mismo parque Calderón. El Raymipampa siempre esta lleno, pero te atienden rápido, la comida tradicional que sirven esta realmente rica, el precio es razonable y abren hasta tarde.

Si después de comer quieren ir a tomar un copita les recomiendo un par de bares que están ubicados en la calle Larga. Uno es el "WunderBar", bar clásico con grandes mesas, y el otro es el "Tal cual" donde de jueves a sábado hay música en directo (normalmente salsa y merengue).

Después de eso nosotros volvimos al hotel a descansar, pues el segundo día por Cuenca lo queríamos dedicar a conocer sus artesanías, conocidas en todo Ecuador....pero eso se lo cuento en el próximo post.

Yamana

Excursión al bosque petrificado de Puyango y a los petroglifos de Yamana (Día 2)

El segundo día lo destinamos a visitar los petroglifos de Yamana y la ciudad de Catacocha.

Yamana es un pequeño pueblo situado al suroeste de Catacocha (en el cantón de Paltas) al que se llega por una pista de tierra y que consta de una calle principal (por la que se llega) y algunas calles laterales. Las infraestructuras turísticas son muy pobres, cosa que hace que visitar los petroglifos sea un poco difícil aunque también hace la búsqueda de los mismos  más  interesante.

Antes de llegar al pueblo pasamos al lado de un edifico blanco que nos habían dicho que era el museo, pero la verdad es que estaba totalmente abandonado y solo servia de refugio a algunas gallinas de la zona.

En la calle principal esta la oficina de turismo, marcada por un letrero de madera que nos enumera los distintos atractivos turísticos. Por lo que parece hubo algo de financiación para promover la visita tanto de los petroglifos, como del bosque y de la cascada de las mariposas, aunque parece que esto terminó con los carteles indicativos y algunas pequeñas obras alrededor de los petroglifos, quedando aún mucho por hacer (por ejemplo los lugareños nos dijeron que actualmente era imposible llegar a la cascada de las mariposas ya que el sendero se encontraba invadido por la maleza).

Vista de la calle principal de Yamana

En la caseta de información nos informaron de como llegar a los tres principales lugares con petroglifos: El que hay en el mismo pueblo de Yamana y dos de cercanos, llamados "La Rinconada" y "Barrial Blanco".

El primer sitio al que fuimos es a los petroglifos de Yamana, que se encuentran dentro de una pequeña finca que esta vallada. Así que el primer paso fue encontrar quien tenia la llave, cosa que no fue fácil. Tuvimos que esperar una media hora hasta que la chica de la oficina de turismo ubicó la llave en una casa vecina al vallado de los petroglifos. Así que nos dirigimos al sitio y localizamos al señor, que amablemente nos abrió la puerta de la valla.

Finca donde están los petroglifos de Yamana

En el interior hay una gran roca, de unos 2.1 metros de largo y 1 metro de ancho cuya superficie esta llena de petroglifos. Hace unos años esta roca se hallaba a nivel del suelo y solo se veía esta superficie con los grabados, pero actualmente han desenterrado un poco la roca y se ven varios lados de la misma. El vecino que nos abrió nos contó que los niños de la escuela habían hecho trabajos de limpieza del petroglifo y habían resaltado con un poco de pintura los grabados para que se vieran mejor.

La roca se encuentra en buen estado, así como los grabados, que presentan una profundidad mayor a 5mm. El ancho de las lineas varia entre 1 y 3 cm. El aspecto de los dibujos es bastante sensual y dinámico por el predominio de lineas curvas cerradas y sinuosas. El más notorio de los glifos parece aludir a una figura femenina.

También es digno de destacar que los petroglifos de Yamana son muy parecidos a los petroglifos de "Guarara de Jujal" ubicados a más de 50 km de distancia, en el cantón de Macará, cosa que parece indicar una cierta movilidad cultural de los diferentes grupos.

Aunque en la bibliografía solo he encontrado información sobre la superficie de la roca que siempre ha estado expuesta, también había algunos glifos en la superficie trasera de la roca.

Petroglifos de Yamana

Dibujo de los mismos petroglifos (http://rupestreweb.tripod.com/loja.html)

Después de visitar los petroglifos de Yamana nos dirigimos hacía los petroglifos de "La Rinconada", que se encuentran a unos dos kilómetros de los anteriores (lo mejor que pueden hacer para llegar a este sitio es preguntar a la gente de pueblo para que les indiquen el camino).

Al llegar hay una pequeño barranco que sube hasta unas casas. A lo largo de este barranco hay varias rocas dispersas, bastante maltratadas, con petroglifos. Nosotros preguntamos a una señora muy amable que vivía en una de las casas y que nos los enseño, y la verdad es que no creo que los hubiésemos visto sin su ayuda.

Entre los petroglifos de estas rocas del barranco predominan símbolos fálicos, así como representaciones de manos y pies. Una de la rocas muestra un glifo solar y varios trazos rectilíneos.

Barranco de la Rinconada que sube hacia las casas
y donde hay las rocas con petroglifos

Petroglifos de La Rinconada con símbolos fálicos (remarcados con tiza)

Déjenme aquí hacer un paréntesis en el tema de los petroglifos y centrarme más en las personas. Me duele no recordar el nombre (siempre he sido remalo para recordar los nombres) de la señora que nos mostró y explicó los petroglifos de esta zona. Era una señora ya mayor, amable, y  que nos atendió siempre con una sonrisa en la cara, a pesar de vivir en una humilde casa de barro (la que esta encima del barranco). Nos contó que habían sido unos años malos, la sequía de los últimos tiempos había mermado mucho las cosechas así que sobrevivían con lo poco que tenían: algo de maíz, unos cerdos y algunas gallinas. Aún así, cuando antes de marcharnos de "La Rinconada" me fui de nuevo hasta su casa para darle unos dólares por habernos guiado (pensé que cualquier guía turístico nos habría cobrado eso) me dijo que no hacía falta, que lo había hecho solo para ayudarnos.Me emocionó la manera humilde y digna de afrontar la vida que mostraba.

Antes de marcharme le pedí si me dejaba echarle una foto, ya aquí se la dejo, junto con otra de su casa.

Casa de barro ubicada sobre el barranco de La Rinconada

Señora que nos hizo de guía improvisada

En el corral de la casa de esta señora hay una roca con tres tacines, que son unos agujeros en las rocas que se encuentran en muchas ocasiones junto a los petroglifos. Desde estas casas subimos a través de la ladera hasta un pequeño vallado que contiene dos rocas con petroglifos antropomorfos y una roca con dos tacines más.

Los petroglifos antropomorfos parecen ser un hombre y una mujer. Este ultimo parece ser la representación de un alumbramiento, ya que presenta un cordón entre las piernas y un vientre redondo y abultado. Según la bibliografía consultada en "La Rinconada" también se han encontrado hachas, metales y cerámica.

Vista del vallado en el medio de la ladera de "La Rinconada"

Petroglifo de mujer alumbrando

Petroglifo de un hombre

En cuanto a los tacines les voy a dar un poco de información extra que he encontrado en la bibliografía. Uno de los dos tacines que se encuentran en la parte superior de "La Rinconada" evidenció restos de cuarzo. Es posible que se utilizaran los tacines como morteros experimentando con recursos minerales, como con componentes de la arcilla para mejorar la calidad de estas o minerales para la confección de joyas. Aunque la mayoría de arqueólogos atribuyen los tacines a morteros también los hay que los relacionan con ritos mágicos.

Tacines próximos a los petroglifos antropomorfos

Tacines próximos a los petroglifos dispersos del barranco

Después de "La Rinconada" nos dirigimos al "Barrial Blanco" que se encuentra aproximadamente a un kilómetro el este de la rinconada. A nosotros nos costó encontrar exactamente el lugar de los petroglifos y de hecho creo que no los vimos todos.

El lugar se llama barrial blanco porque el suelo volcánico de esta zona es de color blanco, cosa que también les puede ayudar a ubicarse. La zona es muy parecida a "La rinconada", con clima cálido y vegetación escasa y seca.

Los petroglifos de Barrial Blanco están grabados en riolitas, y se pueden ver símbolos fálicos así como algunos círculos. Según la bibliografia también hay representaciones antropomorfas. Todo ello lleva a pensar que estos petroglifos están estrechamente relacionados con los de La Rinconada.

El yacimiento del Barrial Blanco ha sido poco visitado y por lo tanto no ha sufrido mayor efecto por la acción humana. En esta zona se han encontrado restos de tiestos y también hay unos muros de piedra que aparentan cercar la zona. Algunos investigadores definen estas estructuras como "corrales sagrados" y también han sido encontrados en petroglifos como Chekta, en Perú.

Petroglifos de Barrial Blanco

A pesar de que se desconoce la fecha exacta en que se realizaron los petroglifos si que tenemos algunas pistas, como por ejemplo el hecho de que a unos cuatro kilómetros al sudoeste de los yacimientos mencionados se halla el valle del río Playas, donde se registraron vestigios de ocupaciones humanas sucesivas que cubren los últimos dos milenios (Guffroy 2004). Por otro lado los "corrales sagrados" se asignan a un periodo pre-inca, y los tiestos encontrados en el "Barrial Blanco" al periodo de integración (que también es pre-inca).

En conclusión, muchos de los restos encontrados en la zona se asignan al periodo de integración, comprendido entre el 500 d.C. y el 1532 d.C y que corresponde a la época anterior a la invasión de los incas. En esta época la zona que visitamos era ocupada por el pueblo de los Paltas. Podría ser pues que los Paltas fueran los responsables de esos petroglifos, aunque también podría ser que los petroglifos fueran anteriores y simplemente los pueblos de esta zona los hubieran utilizado como zonas rituales o sagradas.

Después de la visita de los petroglifos y antes de emprender la vuelta hacía Loja, decidimos pasar por Catacocha, que es la capital del cantón de Paltas. El nombre de Catacocha viene del dialecto Palta donde "Catay" significa "Aquí" y "Cocha" significa "Laguna".  Nosotros nos dirigimos a Catacocha para visitar el Shiriculapo o Balcón del Inca, que es un mirador natural formado por una montaña de granito cuya pared occidental desciende de forma vertical unos 150 metros.

Vista de Catacocha desde el Shiriculapo

Desde el domo superior de la montaña, que se asemeja a un balcón excavado a la roca, se puede contemplar el sitio de Playas y el Valle de Casanga, los cerros Guanchuro, Pisaca, Cango, Pilapila y todos los paisajes del entorno de Catacocha.

La montaña del Shiriculapo esta coronada por una imagen del Cristo redentor. Esta montaña ha sido desde siempre fuente de historias y leyendas, ya que ha sido el lugar desde donde se han tirado al vacío muchas personas a lo largo de los tiempos, mayormente por motivos de desdicha amorosa.

Vista del lado oriental del Shiriculapo

Vista del lado occidental del Shiriculapo y vistas del valle

Como curiosidad les cuento lo que he encontrado referente al nombre de "Shiriculapo". Según las leyendas Paltas el Shiro parece que fue una ave mítica que dejaba las huellas hacía atrás para engañar a la gente, o bien un ente semihumano que había habitado esta montaña. También se dice que podría hacer referencia a los shyris, que eran los monarcas quiteños aborígenes, y a pesar de que no estuvieron en estas tierras si que las llegaron a conquistar.